"Un pueblo ignorante es un instrumento ciego de su propia destrucción" Simón Bolivar



jueves, 15 de septiembre de 2011

Los nuevos médicos de Estados Unidos

La Habana (PL) Nicole Malinda Murray hizo que sus padres viajaran este verano a Cuba, desde Estados Unidos, para su ceremonia de graduación como Doctora en Medicina.
Junto a Karesse, Akira y Yamar, forma parte del grupo de 40 jóvenes estadounidenses que han llegado a la Isla para estudiar esa carrera, desde fines de los años noventas, cuando se inició el programa educativo de la Escuela Latinoamericana de Medicina (ELAM).
La Fundación Interreligiosa para la Organización Comunitaria IFCO, Pastores por la Paz, trajo también a jóvenes estadounidenses de bajos recursos.
Impulsada por Fidel Castro, tras el paso devastador del huracán Mitch por Centroamérica en 1998, la escuela ha graduado más de 10 mil jóvenes de unos 60 países.
Tras seis años de estudios, los médicos norteamericanos emprenden en Estados Unidos una nueva etapa, que empieza por la revalidación del título alcanzado en Cuba.
Helen Bernstein, integrante de Pastores por la Paz, rememora que en especial el Reverendo Lucius Walker se empleó en vida en lograr las conexiones necesarias para allanarles el camino a su retorno.
Para ello viajó a Cuba un grupo de médicos estadounidenses con el fin de asegurar que el programa de estudios les garantizara la compatibilidad con las exigencias de su país y les facilitara la incorporación al sistema sanitario norteamericano en un breve tiempo.
DIFÍCIL PERO NO IMPOSIBLE
Los exámenes que enfrentan en Estados Unidos, sin embargo, son bien difíciles, asegura Bernstein, quien mantiene un vínculo estrecho con ellos durante su estancia en Cuba y al regreso.
La primera prueba en su país consiste en un examen en el que deben responder ante una computadora, solos y durante unas siete horas, las preguntas "de opción múltiple" para la revalidación del título.
Relata Bernstein que alguien le comentó que eso parecía una violación de los derechos humanos.
"Lo cierto es que son sometidos a ese requerimiento para poder homologar el pergamino, y aún así están aprobando uno por uno", señala.
Los médicos norteamericanos, dice, reconocen la calidad del programa educacional de Cuba, que ha sido aceptado en la propia comisión encargada de los graduados de esta especialidad en el exterior.
E incluso, añade, en la Junta Médica de California los egresados pueden evaluarse para asumir la Residencia en un hospital en cualquier parte de la Unión.
En estos momentos, se han insertado en ese sistema 10 de los graduados en Cuba, quienes hacen su Residencia en medicina familiar, medicina interna y de urgencia, al tiempo que otros se preparan para someterse a las pruebas.
Según lo previsto, el año entrante muchos más estarán aplicándose para alcanzar la Residencia profesional, augurio del día en que decenas de médicos se hayan graduado en Cuba.
Las expectativas están en que puedan mejorar el sistema de salud de Estados Unidos y también las relaciones entre ambos países.
Es importante, apunta, que estos médicos se lleven a su país la mentalidad de dar servicio a las personas más humildes, con la misma vocación humanista en que han sido formados los médicos cubanos.
"Hay esperanza de que cuando regresen hagan el sistema de salud más accesible y atiendan a los más necesitados", apunta.
Por otro lado, existe cada vez más curiosidad por explorar el programa y mucha gente se pregunta cómo es posible que un país bloqueado por Estados Unidos esté ofreciendo becas a gente pobre.
Otros también, agrega, reconocen la calidad del sistema sanitario cubano, incluso en los círculos profesionales y en especial en el sector de la salud en Estados Unidos.

IFCO CONTINUARÁ EL PROGRAMA
Por eso el programa de IFCO-Pastores por la Paz continuará en lo sucesivo. Ahora es posible lograr más captaciones, porque se puede mostrar lo que han alcanzado los egresados, dice Bernstein.
Expone que en los hospitales estadounidenses hay interés en captar a estos jóvenes graduados, debido a su formación global.
"Están calificados para trabajar aún cuando no existan muchos recursos o equipos de alta tecnología, por la preparación que reciben".
"El hecho de que sean bilingües también los hace más competitivos en el mercado laboral", reconoce.
El Rector de la ELAM, Juan Carrizo, señaló durante la graduación de este curso que ahora lucharán en sus lugares de origen contra enfermedades crónicas, endémicas, curables en ocasiones y también contra el bloqueo.
Les recordó que tienen la experiencia de haber asumido compromisos sociales y humanitarios cuando algunos viajaron a Haití tras el terremoto de enero de 2010.
Otros ayudaron a combatir el dengue en la Isla y no pocos participaron en la pesquisa del virus A H1N1, entre otras misiones no menos importantes.
"Los necesitamos a ustedes, a su voluntad", dijo a los graduados la propia Bernstein.
También les confesó la aspiración de Lucius Walker de que regresen a casa y conviertan la medicina en un sacerdocio en el país más rico del mundo, pero donde millones aún no tienen acceso a la seguridad social.
Nicole Malinda Murray sabe que el reto es grande. Ahora disfruta los días previos al inicio de esta etapa de su vida y señala que fue una posibilidad única que no quiso desaprovechar.
Belinda, su madre, agradece los estudios que ha tomado su hija en Cuba. Su padre, Elrick, dice que espera "el día en que Estados Unidos levante el bloqueo al país que le ha dado educación a nuestra hija"

Fuente:  http://www.prensa-latina.cu/index.php?option=com_content&task=view&id=323164&Itemid=17

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