Hace tiempo que me empecé a sentir incómoda con la insistencia con que Facebook me invitaba a entrar en su red. Yo, como la mayoría de la gente me sentí impulsada a meterme en ella, me parecía que era una forma más de comunicación. Cuando un día y otro me anunciaban a través de mi correo que alguien me había comunicado algo, corría a ver quién era y que me quería comunicar, entraba y me salía un cartel que me anunciaba que no tenía notificaciones, luego entonces era mentira que alguien me había escrito, pero sí me encontraba un montón de gente con fotografía que no tenía ni idea de quién eran y que al parecer Facebook me invitaba a conocer haciendo de anfitrión y por si era poco me encontraba con un montón de anuncios de negocios, etc. que me invitaban a acceder.
Hoy compruebo que precisamente de esa necesidad humana de comunicación Facebook ha tejido su gran negocio. El otro día leí que pretende cotizar en Bolsa con 104.000 millones de dólares. Somos 900 millones de usuarios registrados en su territorio virtual en el que voluntariamente las personas entregan su intimidad inocentemente. "Es un predador de datos, una aspiradora universal de publicidad, un auténtico servicio de inteligencia que se sirve de cada huella dejada por los usuarios para hacer dinero con ellas". "El valor bursátil de Facebook “está indexado sobre el abuso de nuestro derecho al control de nuestros datos personales”.(http://www.internetsansfrontieres.com/)
El peso de Facebook es proporcional al grado de intimidad que revelamos con nuestras conexiones.
Enlaces relacionados:
http://lapupilainsomne.wordpress.com/2012/05/28/facebook-y-google-lucran-con-nuestra-vida/#more-25715
http://www.pagina12.com.ar/diario/elmundo/4-195019-2012-05-27.html