Suele pasar que algunos "ven la paja en el ojo ajeno y no ven la viga en el propio". Estos días hemos asistido a una exhibición de flotilla con fuegos artificiales para alertar a los cubanos que no tienen derechos humanos en su país y curiosamente los que tal provocación intentaban venían avalados por un curriculum bastante extenso de violación de los citados Derechos Humanos. Menos mal que los cubanos están acostumbrados a este tipo de provocaciones y ellos a lo suyo: A celebrar esta fecha como algo real que de verdad existe en su país, sólo viendo el resplandor de las verdaderas luces que irradian su revolución y.... a disfrutar de conciertos al aire libre de jóvenes trovadores (no hay más que ver sus caras alegres), del Festival Internacional de Cine Latinoamericano, conferencias, exposiciones y un largo etc. de actividades culturales y lúdicas gratuitas. Esta alegría la quieren nublar aquellos que dicen querer la democracia para Cuba y se quejan de que no se les deje aguar la fiesta a los que muy mayoritariamente sienten y piensan que sí la tienen.
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