No siempre los artistas ofrecen una obra dónde confluya arte y trabajo. Fedra Alcaraz elabora sus
obras en el taller, rodeada de diversos materiales sencillos e insignificantes. En su camino por la
vida descubre objetos que la evocan momentos vividos por ella o por otro ser humano y con suma
ternura los recoge para darles vida de nuevo y como si fueran aves fénix resurgen transformados de sus manos. Dedica tiempo en limpiar, pulir, cortar, encolar, pintar, tornear, modelar.... En su taller se encuentran las herramientas más diversas que un artesano pueda utilizar. Pero Fedra a través de sus obras nos brinda mucho más: nos muestra su mundo interior. Todos tenemos un mundo interior es verdad, ese es un valor universal que todo ser humano posee, pero no todos lo percibimos y no todos los que lo percibimos tenemos la generosidad de mostrarlo a los demás, sería un acto de convivencia y de acercamiento a otros seres si así lo hiciéramos, nos ayudaría a entender mejor este mundo. Aún no hemos aprendido que comprendemos y aceptamos mejor la vida cuando sentimos cerca a otro ser. Todos esperamos que el paso lo dé primero el otro. Los que se aventuran a crear y dan el primer paso para acercarse a nosotros y transmitirnos ese soplo de calidad humana yo los llamo artistas y es posible que no coincida con la definición que otros hacen de ese término, pues he oído muchas definiciones a lo largo de mi vida, pero yo he elaborado la mía propia, quizá influenciada por la trascendencia que doy a todo lo relacionado con nuestro
desarrollo humano a través de lo social.
"Pequenas algas debuxan siluetas no peirao da Guarda e na praia do Muiño, raíces desterradas fan niños para o meu acubillo. Follas que apodrecen na humidade da fraga, restos de papel marcados por tenues cicatrices, anacos de tea usada..... No meu caótico itinerario fun recollendo obxectos abandonados, arrebolados polo mar, esparexidos polo vento, esburacados pola chuvia, residuos deteriorados polo uso e polo tempo. Descubro neles unha beleza inesperada, túrbame a súa fraxilidade, as formas azarosas da súa desintegración. Con estes materiais constrúo a miña obra, son metáforas de min e do mundo.... ou de min no mundo. Atopo neles a miña voz, falan de desarraigamento, da imposibilidade de vivir sen morrer en cada intre, da sociedade que habita en min, en todos, do irreversible, do que non perdura. Pero tamén, de súpeto, a marabilla da metamorfose, do que muda e se transforma, do sempre novo e irrepetible, do refuxio redondo, uterino.
Camiño, transito por lugares que nunca son o meu lugar, os obxectos que recollo son, talvez, unha maneira de ligarme ao territorio. Rescátoos, e rescátome, do devir libéroos do tempo para salvalos do silencio, doulles unha posibilidade de supervivencia, Son a memoria do meu camiño. Fedra"
No hay comentarios:
Publicar un comentario