¡¡¡¡¡¡De ninguna manera!!!!!!
Si se pudiera conseguir que por unanimidad todos los ciudadanos españoles el domingo 20 de Noviembre no acudiéramos a las urnas sería un mensaje suficientemente contundente para conseguir que la clase política analizara las formas y el fondo de todos nuestros "sistemas". Sería una forma clara y directa de decir que no nos representan y lo más seguro es que se iniciaran los primeros pasos de una revolución, pero seamos realistas, éso no sucederá y lo sabemos.
Por tanto ejercer nuestro derecho a elegir quién nos va a representar, con todos los defectos que eso entraña, es la opción menos mala, ya digo NO LA IDEAL, porque el no ir a votar cuando sabemos que muchos ciudadanos sí lo harán, implica que nos inhibimos y que otros seguirán organizando y dirigiendo nuestras vidas. Y ya metidos en este entramado del que difícilmente saldremos no nos queda otra que luchar para que las opciones más razonables y respetuosas con los derechos humanos, con una justicia universal, con una igualdad de oportunidades para todos, con un reparto equitativo de la riqueza, sean las elegidas y plantearnos que hay que seguir trabajando por un mundo mejor y que nuestra participación no acaba en el hecho anecdótico de depositar una papeleta en una urna cada cuatro años, sino en implicarnos responsablemente día tras día en transformar todo aquello que nos rodea y que no va en la buena dirección.
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