El sistema electoral español está basado en el decreto-ley de 18 de marzo de 1977. Sus creadores (personajes de la derecha) lo argumentaron para garantizar un gobierno estable, pero en realidad fue un ejercicio de ingeniería político-electoral, es decir: una manipulación de las reglas del juego en beneficio propio que tenía como objetivo que UCD (el partido formado por los reformistas del régimen franquista y los más moderados de la oposición consiguieran la mayoría absoluta con el 35% de los votos. En 1985 el PSOE impulsó una ley electoral que apoyaron AP (hoy PP) y CIU. Supuso en la práctica una ratificación del decreto de 1977, estando vigente en la actualidad.
Al fijar la provincia como circunscripción (forma de ordenar el territorio en el siglo XIX, pero que hoy apenas tiene funciones y sí por Comunidades Autónomas)), el sistema electoral cercena las opciones de los partidos menores induciendo al votante al voto útil de las fuerzas mayoritarias. Por ejemplo en los últimos periodos los votos de Izquierda Unida se han trasvasado al PSOE, porque no tiene el mismo valor un escaño en una provincia que en otra, perdiéndose los votos de un partido que no alcalza el mínimo establecido.
Si la distribución de escaños se hiciera de una manera proporcional atendiendo a los votos obtenidos en el conjunto del estado, los resultados variarían bastante, porque aumentaría el número de escaños de algunos grupos y permitiría que otros que no los habían conseguido entraran en el Congreso. El reparto de escaños por provincia se hace de la siguiente manera: 2 diputados automáticamente, más los que le corresponden por población. Esto es lo que conduce a que valgan mucho más los votos de las provincias más deshabitadas que las más pobladas como Madrid y Barcelona.
Concluyendo: el sistema electoral favorece a los dos primeros partidos de ámbito estatal: el PSOE y el PP y no favorece a los partidos nacionalistas ni a Izquierda Unida (IU) que es la fuerza política del conjunto del estado, siendo la más perjudicada.
Propuesta de reforma electoral de Izquierda Unida:
http://www.portalelectoral.es/content/view/384/75/
Propuesta de reforma electoral de Izquierda Unida:
http://www.portalelectoral.es/content/view/384/75/
La falta de proporcionalidad se debe a que la elección se hace por provincias, con unas correciones en favor de las menos pobladas. Hablamos por tanto, de un hecho antidemocrático.
Un ejemplo: En las Elecciones de 2004 Izquierda Unida tiró a la papelera 750.000 votos que no tuvieron expresión política.
Otro ejemplo: En las últimas Elecciones Izquierda Unida ha obtenido la mitad de diputados que Convergencia i Unió (CIU), con casi medio millón de votos más.
Fuente: Historiador y profesor Jose Mª Montero Barrado
este es su blog: http://marymeseta.blogspot.com/
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http://es.wikipedia.org/wiki/Sistema_D%27Hondt
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